Que haya alegría y riqueza, plenitud y satisfacción el día en que los padres vean a sus hijos casados. El momento en que el hijo o la hija sale de casa, oficialmente, establece su nido, estoy convencido que es una mezcla de realización y temor, de bendición y reconciliación. Veo a padres y abuelos llorando y riendo a la vez de la emoción de todos los recuerdos junto a sus pequeños hijos, los adultos de hoy. Creo que es una de las mayores alegrías de una madre o un padre cuando su hijo es feliz, cuando han encontrado su "propósito" en este mundo, como dicen! Probablemente uno de los días con mayor impacto emocional, cuando en la misa el coro canta, el ambiente es divino y los sacerdotes rezan por la nueva pareja, los padres tienen recuerdos de la primera “madre” o la primera Navidad,
¡Y estos momentos se disipan rápidamente, como un grano de arena llevado por el viento, dando paso a otras aventuras y experiencias y experiencias por igual!
El ciclo de la vida se reanuda, la rueda gira, se forman nuevas conexiones y, con ellas, ¡recuerdos!
Y en los próximos años, cuando se sienten en silencio detrás de sus hijos en la ceremonia, Stefania y Mihai recordarán su lujosa, memorable y extraordinaria boda, ¡como deberían ser todos los momentos únicos en la vida! Recordarán lo enamorados que estaban, cómo tembló la mano de Stefania sobre la carta que recibió de Mihai el día de la boda, cómo las piernas de Mihai eran como cera derretida cuando admiró por primera vez a Stefania la novia, cómo todos los miles de pensamientos que tuvieron en un momento en su mente acerca de cómo sería su vida! ¡Y cómo ese maravilloso día pasó demasiado rápido y hermoso!
Y abrirán su álbum de fotos y dirán: "¡Qué maravilloso día y qué gran gente tuvimos con nosotros!" (¡Y qué fotógrafo más loco)!